sábado, 31 de marzo de 2018

¡Karma!



Sí, es karma. Tal y como comentaba hace un par de entradas, tenía la posibilidad de trabajar en Cádiz y esa posibilidad se ha materializado en realidad. Tendré una estrecha colaboración con una empresa de Chiclana de la Frontera que trabaja, principalmente, en la zona de la Bahía de Cádiz, aunque actualmente tiene obras en Madrid y Cuenca. 
En la reunión mantenida, de aproximadamente un par de horas, me proponían estar durante un tiempo a prueba y si encajaba en lo que ellos buscaban contratarme en plantilla. Me negué, principalmente, por dos motivos: el primero es que yo no tengo que demostrar nada a nadie, como si fuera un becario que está acabando su carrera o un recién egresado,  y el segundo es que habiendo vuelto al sitio que quería volver (Zaragoza) no iba a dejarlo así como así y por algo sin garantías. Finalmente acordamos trabajar de una manera colaborativa, sin riesgos para unos ni para otros. ¿Eso qué supone? Que con cierta regularidad deberé ir a Cádiz y estar allí unos días (dependiendo de la complejidad del trabajo), aunque, habitualmente, podremos trabajar desde la distancia. 
Nunca digas nunca jamás’ es el título irónico de la película de James Bond. Los productores lo eligieron ante la negativa de Sean Connery por interpretar al famoso espía (como había dicho unos años antes), pero un jugoso cheque le hizo cambiar de opinión. En este caso, no hay cifra mareante, lo mío es, tal y como dice el título de esta entrada, karma.

2 comentarios:

Benja dijo...

Has hecho bien. El tiempo a prueba es una trampa para tener a unos trabajadores por el morro, están unos meses y luego fuera. He conocido algunos, que han estado 6 meses sin cobrar un céntimo y luego a la calle. Este mierda de gobierno no protege al trabajador y el empresario sabe aprovecharse de la situación.

Marino Baler dijo...

Yo creo que en este país el concepto de 'empresario' está muy sobrevalorado. No siempre el 'empresario' es tan cruel ni el 'trabajador' tan víctima. Pero eso no quita, para haya contratos basura, responsabilidad del Gobierno.